El Corriere della Sera del 3 de marzo del 2012 publicó en su página 58, un artículo muy interesante de Pietro Ichino y Paolo Pinotti titulado: "Causas laborales, una ruleta rusa. Mejor el resarcimiento que el juicio". Aunque también podría titularse "Dejad toda esperanza de certezas en el derecho, vosotros que os dirigís a los Tribunales laborales". Si. Porque los hay muy rápidos, pero también muy lentos. Pero, por, sobre todo, porque existen jueces comprometidos, y jueces que lo son mucho menos (o nada). Los jueces lentos o poco comprometidos, no son pocos lamentablemente, si nos basamos en los datos estadísticos reportados en el mencionado artículo, y que podremos leer a continuación. Es muy útil e importante tener en mente, que es mejor un sano realismo preventivo, que una insana desilusión.
Del CORRIERE DELLA SERA del 03.03.2012
… Una investigación realizada sobre más de 11.000 causas por despidos, inscriptas y tramitadas en los Tribunales de Milán, Roma y Turín entre los años 2003 y 2005, demuestra que la duración promedio de estos procesos, es muy diferente según el tribunal: 266 días en Milán, 429 en Roma y 200 en Turín. Si las causas de despido fueran similares en las tres ciudades, seria natural preguntarse: ¿por qué motivo los trabajadores de Roma (y sus respectivos empleadores) deben esperar el doble de aquellos de Turín y más de un tercio que aquellos de Milán para conocer la decisión sobre su propia suerte?
En Roma, el trabajador y la empresa que por motivos de azar vengan asignados a un juez más veloz, pueden esperar para recibir una decisión en su causa unos 179 días. Los días se convierten en 693, si el mismo caso es otorgado a un juez más lento: con un incremento de casi 4 veces. Si prudencialmente queremos excluir a los jueces más lentos y a los más veloces (el 10%), del resto de sus colegas, el promedio es entre 284 y 569 días: con un incremento de dos veces.
En Milán y Turín las diferencias entre jueces veloces o lentos, son igualmente grandes: y también excluyendo los casos más extremos, se pasa de 193 a 333 días en la capital Lombarda; y de 97 a 318 en la capital Piamontesa.
Para la empresa, esta lotería generada, es particularmente costosa porque en el caso en que el juez decidiera a favor del trabajador, el empleador debería abonarle, no solo las retribuciones no pagadas, sino también los importes en concepto de mora durante el proceso, con más los relativos aportes y contribuciones previsionales. Debería pagar también al Inps una multa sustanciosa por haber omitido los aportes, multa que cambiaría según el tipo de decisión tomada por el juez.
No son menos relevantes los trastornos ocasionados para los trabajadores, mientras que está en juego la posibilidad de permanecer sin salario por 693 días, a diferencia de los 179 días, come sucede por ejemplo en Roma. De todas maneras, lo que principalmente cuenta para ellos, es la posibilidad de que su recurso en contra del despido sea acogido. Pero en estos casos, emerge que el reconocimiento judicial del justificado motivo es una ruleta rusa. En Milán, el juez más favorable para el trabajador, le da la razón alrededor de 4 veces más que el juez menos favorable. La incertidumbre es aún mayor para la empresa: para algunos jueces tiene la razón en el 2% de los casos, para otros en cambio, el 20% (con un incremento de 10 veces). En Roma, la posibilidad de victoria de un trabajador puede aumentar 10 veces según el juez (de un 4% al 40%) mientras que el porcentaje a favor de las empresas es más reducido, aunque la variación es siempre considerable (del 4% al 19%). Es más difícil interpretar las conciliaciones, las cuales generan sucesos más frecuentes. Aunque sus probabilidades son muy variables dependiendo siempre del criterio de los jueces, y a pesar de que los casos a ellos asignados son similares. En Milán los porcentajes de las controversias conciliadas por el juez van del 49% al 76%. En Roma la diferencia de dichos porcentajes va desde un 27% al 69%. Si la fracción de las sentencias favorables a los trabajadores emitidas por un juez, es proporcional al número de las conciliaciones del mismo juez, podemos concluir que aun teniendo en cuenta las conciliaciones, la lotería derivada de la adjudicación de causas a distintos jueces, conlleva probabilidades de victoria muy diferentes, según quien sea el magistrado que tramite cada causa. ...