En este caso, el comportamiento inapropiado puede ser evaluado con mayor severidad.
El trabajador que, a pesar de las reclamaciones precedentes, tiene repetidamente un comportamiento inadecuado (en este caso, anticipación reiterada del fin del turno laboral sin causa justa), constituye una insubordinación reincidente reconocida como conducta disciplinaria relevante, que puede suponer el despido por causa justa.
El hecho de que el mismo empleado tenga una posición sindical implica un agravante a la hora de evaluar la proporcionalidad del cese de la relación laboral, ya que el comportamiento ilícito repetido constituye un claro mal ejemplo e implica una mayor "desvalorización social", pudiendo inducir a los compañeros de trabajo a sentirse ellos mismos incentivados a no cumplir las directivas y normas de la empresa.
Sentencia núm. 22382 de 2018 del Tribunal Supremo. (LC)
